La atracción y el juego de seducción,
es algo que se ve reflejado en todas las personas del mundo, y eso se
debe a que por naturaleza animal, los seres humanos sienten ese
impulso de apareamiento, al igual que otras especies, con la
diferencia que tienen un sentido de raciocinio que bueno a
veces se dale de control.
Y es que la sexualidad y esa necesidad de
compañía se va reflejando desde pequeños, viéndose como se van
formando lazos afectivos que se traducen en amistades fidedignas en
un principio, para luego con el tiempo y cuando se llega a un etapa
mas crucial se van sintiendo esas necesidades de amor y placer. es
por ello que cuando se llega a la adolescencia las emociones se
intensifican, haciendo que los hombres por su parte sientan las ganas
de pasar momentos de diversión con esas chicas hermosas que
contemplan cada día a su alrededor, y que mientras tanto las chicas
por su parte también muestran sus deseos y por lo tanto son
atrevidas, audaces, y usan cualquier tipo de cuidados estéticos que
les permita ser admiradas, vistas, pero sobre todo sentirse seguras,
confiadas y bellas, para tener esos momentos de satisfacción tan
anhelados.
Sabiendo que las chicas hoy en día son
más independientes y que tienen en claro lo que desean vivir y
tener, ha producido que se vuelvan más exigentes a la hora de
escoger sus amistades y amores, pero sobre todo más exigentes a la
hora de estar con hombre, queriendo siempre lo mejor para sí,
traducido en chicos hermosos, que tengan esa capacidad de trasmitir
seguridad y que las hagan sentir seguras en su brazos, por lo tanto
los hombres tienen que usar ciertas tácticas para estar con la chica
que les mueva el piso.
El lugar o ambiente siempre es vital,
por lo tanto a la hora de conquistar a una chica desconocida en un
restaurant por ejemplo, se debe tener en cuenta la buena comida que
siempre despierta los sentidos, así como también utilizar un buen
vino para la velada que los caliente un poco, sin dejar de lado las
conversaciones amenas, cargadas de temas de interés, sin dejar de
lado el lado chistoso que siempre ilusiona a una fémina, además de
la seguridad en sí mismos siempre juega a favor a la hora de
conquista, sobre todo en las féminas que se sabe que les agrada una
buena personalidad y claro que un buen físico.